Niños haitianos que escaparon de la violencia en Cité Soleil hacen cola para recibir alimentos en una escuela de Puerto Príncipe el 22 de julio de 2022. El aumento de la violencia relacionada con las bandas ha cerrado el acceso a los servicios de salud en algunas zonas urbanas de Haití dejando a uno de cada 20 niños que viven en Cité Soleil, una comuna asolada por la violencia, en riesgo de morir por desnutrición aguda severa, según advirtió Unicef. (Foto: CNS/Reuters/Ralph Tedy Erol)
Los ministerios eclesiásticos y los programas humanitarios en Haití continúan su labor a pesar de los enormes y desalentadores desafíos.
Teniendo en cuenta las continuas necesidades derivadas de la falta de disponibilidad de alimentos, la organización Catholic Relief Services —con sede en Baltimore— informó a Global Sisters Report el 3 de agosto, en un comunicado, que ella y sus socios locales en Haití “siguen centrándose en el apoyo vital a las familias que se han visto afectadas por la inseguridad y la violencia, incluido el suministro de dinero en efectivo para que la gente pueda cubrir algunas de sus necesidades, como alimentos y otros artículos básicos”.
Consciente de la crisis del hambre en Haití y de que “los estudiantes no pueden aprender con el estómago vacío”, Mercy Beyond Borders ha puesto en marcha un programa de comidas calientes para 100 estudiantes de su programa de becas de secundaria, explicó la Hna. Marilyn Lacey, fundadora y directora ejecutiva de la organización internacional sin ánimo de lucro.
El programa es bien recibido y necesario, afirmó Lacey, quien señaló que “algunos de los becarios traen un plato de sobra para poder dividir su ración y compartirla con amigos o familiares que tienen aún menos”.
Sin embargo, otros ministerios de Haití se han enfrentado a graves problemas.
El ministerio comunitario de las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel en Croix de Bouquets (que incluía una escuela, un programa de purificación de agua, préstamos a pequeñas empresas, un proyecto caprino de “pago por adelantado”, una clínica médica, proyectos de emergencia alimentaria y de vivienda y dos huertos comunitarios) cerró a principios de este año debido a la cada vez peor situación de seguridad, que incluyó el secuestro de dos miembros del personal, el tiroteo de otro y el asesinato de un estudiante, todo ello debido a la violencia de las bandas.
“Esto fue devastador para nosotros y para las personas a las que servimos en Croix de Bouquets durante más de una década”, declaró Dawn Colapietro, misionera laica y coordinadora de programas de la congregación con sede en Nueva Jersey.
“Fue una decisión difícil después de 10 años”, aseguró. “Pero no teníamos absolutamente ninguna otra opción”, añadió.
Dawn Colapietro, misionera laica de las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel, en una escuela de Cuvier al este de Puerto Príncipe, la capital de Haití. (Foto: cortesía Dawn Colapietro)
El compañero de Colapietro, un administrador escolar haitiano que no quiso ser identificado por motivos de seguridad, manifestó que el ministerio sigue comprometido a servir a los necesitados, “a pesar de todas las adversidades” y añadió que se enfrentan situaciones sobre las que no tienen control.
Sin embargo, la congregación se siente alentada porque planea abrir una escuela en otra comunidad del área metropolitana de Port-au-Prince con programas similares a los que terminaron en Croix de Bouquets. La nueva iniciativa incluirá incluso la incorporación de música y programas de iniciativa por la paz.
La congregación espera que prevalezca la seguridad y pueda prosperar el ministerio de ayuda a quienes lo necesitan.
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“Todos necesitamos esperanza”, señaló Colapietro y agregó: “Nuestro mantra se ha convertido en 'Ayudaremos a tanta gente como podamos en tantos lugares como podamos durante tanto tiempo como podamos hasta que ya no podamos'".
Un espíritu similar es el que inspira el trabajo de la organización humanitaria Water With Blessings, centrada en la cuestión del agua. En una entrevista con GSR, la Hna. Larraine Lauter, ursulina y directora ejecutiva del grupo, afirmó que 90 000 “mujeres del agua” haitianas, formadas por Water With Blessings, han defendido con éxito a sus comunidades contra el cólera en un brote que comenzó en septiembre de 2022, una afirmación que, según ella, está respaldada por datos del Gobierno.
El equipo y la dirección del grupo, compuesto exclusivamente por haitianos, ha permanecido activo a pesar de los disturbios civiles y la inseguridad capacitando cada semana al menos a 525 nuevas 'Mujeres del Agua' para filtrar agua segura y saludable para 2100 hogares en comunidades amenazadas por el cólera, explicó Lauter.
La Hna. Larraine Lauter, de las Hermanas Ursulinas del Monte San José, hace una demostración del uso de un filtro Sawyer PointOne en la oficina de Water With Blessings el 12 de septiembre de 2019 en Middletown, Kentucky. (Foto: CNS/The Record/Ruby Thomas)
No obstante, añadió que el “cansancio de los donantes” con respecto a Haití ha provocado una “ralentización del programa” y ha habido muchas semanas en las que Water With Blessings ha carecido de fondos para su labor.
Lauter comentó que las noticias sobre secuestros y otros actos de violencia en Haití hacen que la gente de fuera se pregunte si merece la pena apoyar el trabajo del ministerio con sede en Kentucky.
“Escuchamos 'no tiene sentido invertir en ese lugar' y 'nada cambia en Haití' tanto por parte de personas como de fundaciones”, indicó y añadió: “Rezamos cada día para que los donantes vean nuestras pruebas basadas en datos como lo que son: una corroboración de la naturaleza heroica de los haitianos que persisten frente al mal”.
Nota del editor: Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 17 de agosto de 2023.